Cuando me senté a
pensar sobre q quería escribir empecé teniendo en mi cabeza un sin número de ideas
para esta entrada , quería realmente llamar la atención de quien empezara a
leer este blog, pero de repente el frío y una suave melodía me envolvió; era
el sonido de la lluvia que empezaba a caer fuera y sentí q Dios la había
enviado para darme inspiración.
Así es Él extraordinariamente sutil y oportuno
como la suave brisa q acompaña a una llovizna , y mientras me dejaba envolver
por su aroma de sutileza, su canto se adentraba en mis oídos borrando de mi mente
todas las ideas q tenía al inicio y de un momento a otro ya no pensaba en
nada más q en lo bien q se sentía esa suave brisa al envolver mi frágil y tembloroso
cuerpo; me dejé guiar, cerré mis ojos y acerqué mi rostro a las gotas de lluvia frías
y refrescantes.
Era de esperarse por estos días de invierno que lloviera tal
vez dos o tres veces por semana pero debo
afirmar q no sentí antes lluvia como la de hoy, y es q mis queridos amigos si hay cosa
q más adoro de la divina creación de Dios es la lluvia …
La adoro en todo el
sentido de la palabra, adoro la historias q lleva y q trae la suave brisa q la
acompaña y esas dulces gotitas que forman una orquesta sin igual mientras caen a su pasa, pero aunque de lluvia pensé q sabía mucho debo confesar q ninguna me sorprendió
tanto como la de hoy.
Ahí estaba yo, atontada por la sensación de frescura y
casi atada por esa suave brisa q no permitía q me moviera , sin entender q pasaba
pero gustosa de aquel momento solo se me ocurrió abrir mi boca para decir ((“Gracias
Señor” por regalarme una vez más esta linda lluvia que aún que parezca simple, aún
que a algunos moleste y a otros encante, su presencia para mi es una de las
cosas q hacen q me enamore cada día más de ti y te lo gradezco)).
Pero mientras expresaba tal sentimiento de
gratitud no se porque no pude
dejar de pensar q a menudo somos tan
simples y a veces tan sofisticados como la lluvia a muchos les caemos bien,
quizá otros nos detestan y a unos simplemente les da igual si existimos o no
pero para Dios siempre seremos la suave perfecta e inspiradora lluvia con la
que Él se manifiesta demostrando su encantadora sobrenaturalidad y dando un
aliento de vida a los que ya han perdido la esperanza.
by-La Reina Del Drama